Liverpool avanzó a su primera final de la Liga de Campeones en más de una década pese a caer el miércoles 4-2 en el feudo de la Roma.
Los goles de Sadio Mané y Georginio Wijnaldum en los albores del cotejo bastaron para certificar el boleto a la final de Kiev, imponiéndose 7-6 en el marcador global tras la victoria 5-2 en el primer partido.