José Ángel Medina indico que el niño por accidente, le echo jabón al arroz y eso molesto a Martínez, quien lo castigo obligándolo a permanecer con los brazos abiertos para simular la posición de Jesús crucificado y en cada mano le habría colocado piedras y si este bajaba los brazos le pegaba con una rama de tamarindo.