“La eutanasia es un acto homicida que ningún fin puede legitimar y que no tolera ninguna forma de complicidad o colaboración activa o pasiva” reitera el documento con el nombre de “Samaritanus Bonus” (el buen samaritano) aprobado por el papa Francisco, señalando así que la eutanasia no puede ser permitida bajo ninguna situación o circunstancia.