Roberto Valderrama, carnicero con más de 35 años en el oficio, está a la espera que se le terminen los chorizos y algunas vísceras que le quedan en el refrigerador para bajar la “santamaría” de su carnicería y dedicarse a otro oficio pues la venta de carne ya no es un negocio atractivo, y muchos menos, productivo para él.
“Si no se produce pronto un acuerdo entre el Gobierno y el sector cárnico que me traiga beneficios, no seguiré en el negocio. No puedo seguir trabajando a pérdida”, expuso el trabajador del sector Los Plataneros.